El propóleo es una mezcla oscura extraída por las abejas de las yemas de los árboles como el abedul, sauce, castaño, roble, pino, cerezo, exudados de savia y otras vegetales que se procesan en la colmena para sellar pequeños huecos en ella, con el fin de reforzar la estabilidad estructural de la colmena, reducir las vibraciones, y defenderla de la entrada de otros insectos, virus, hongos o parásitos.
Esta sustancia resinosa, de color verde o casi negro, contiene provitamina A, vitaminas del grupo B (especialmente B3), aminoácidos, minerales y bioflavonoides (vitamina P).
El propóleo, según han demostrado varios estudios científicos, posee muchas otras propiedades medicinales, entre las que se le reconocen: antibióticas (fungicida y bacteriana), cicatrizantes, antiinflamatorias, analgésicas, antialérgicas, epitelizantes y anestésicas, entre otras.
El propóleo se comercializa como extracto líquido, cápsulas, jarabes, cremas y cosméticos, lociones y productos farmacéuticos. Para su conservación, almacenar en un lugar seco y fresco, alejado de la luz, y mantén el recipiente bien cerrado, para que no pierda sus propiedades.
No se han demostrado contraindicaciones, reacciones alérgicas ni toxicas por sobredosis, y es compatible con la toma de otras medicinas, pero antes de comenzar a utilizar propóleo es recomendable que consultes con tu médico si es beneficioso para ti y si tiene alguna interacción con la medicación antirretroviral.